lunes, 27 de octubre de 2014

Angiostrongiliasis abdominal o intestinal


La angiostrongiliasis abdominal, producida por Angiostrongylus costaricensis, es una entidad clínica que se caracteriza por dolor abdominal localizado usualmente a nivel de la fosa iliaca derecha, acompañado en algunos casos de una masa tumoral, dolorosa a la palpación, que a veces se confunde con un proceso maligno. Debido a la inespecificidad de los síntomas, esta parasitosis también es confundida a menudo con un cuadro de abdomen agudo. Mientras que en países como Brasil y Costa Rica se habla de prevalencias de hasta un 28% y de 600 casos por año, respectivamente, en el resto de Latinoamérica no se conoce a ciencia cierta la prevalencia e incidencia real de esta parasitosis y para algunos sigue siendo una enfermedad “exótica”. (Abrahams-Sandi, 2007)
Angiostrongylus costaricensis es un nematodo parásito que pertenece a la superfamilia Metastrongyloidea. Es considerado el agente etiológico de la angiostrongiliasis abdominal (AA). Desde la descripción del parásito en 1971, son varios los casos de AA descritos en América, desde el sur de los Estados Unidos hasta Argentina. Apenas dos casos han sido reportados fuera del continente, uno en Zaire  y otro en España. Sobre este último se postula que la infección fue adquirida en Nicaragua, mientras que para el caso descrito en África, se desconoce lugar y vía de infección. (Abrahams-Sandi, 2007)




Modo de infección y patogenia
El reservorio común es la rata algodonera (Sigmodon hispidus). Además, los parásitos adultos viven en el interior de las arterias mesentéricas, principalmente en la región ileocecal. En esa zona producen huevos que salen a la submucosa y mucosa, en donde se forma el primer estado larvario que migra a la luz intestinal y sale con las materias fecales. Los moluscos que actúan como huéspedes intermediarios, principalmente babosas (Vaginulus plebeius), se infectan al ingerir esas larvas. Éstas se transforman hasta constituir larvas de tercer estadio que son infectantes, lo cual sucede al ingerir por accidente el molusco, alimentos u objetos contaminados con sus secreciones, de ordinario, verduras que se comen crudas. En los linfáticos mesentéricos del huésped, muda dos veces; esta larva de quinto estadio migra y penetra las arterias mesentéricas donde alcanza la madurez en un tiempo aproximado de 24 días, el cual corresponde al período prepatente. En el hombre, las larvas producidas por los parásitos adultos permanecen en los tejidos y no salen a la luz intestinal, como sucede en los roedores, por ser el hombre un huésped anormal. (Botero, 1998)

Los sitios afectados del intestino son: íleo terminal, ciego, apéndice y colon ascendente, los cuales pueden sufrir inflamación, hipertrofia y necrosis; como consecuencia de la tumoración puede presentarse oclusión intestinal. (Botero, 1998)

Distribución
La enfermedad fue descubierta en Costa Rica en casos humanos y posteriormente se conoció el parásito y su ciclo de vida. En dicho país se presentan más de 300 casos por año. Dichos sea de paso, se  ha diagnosticado en casi todos los países americanos, incluso Colombia. Es más común en niños preescolares de zonas rurales o suburbanas, aunque no tiene relación directa con desnutrición o nivel socio-económico bajo. Una investigación en el Sur de Brasil encontró la mayoría de los casos en adultos. Los reservorios animales son más de 11 especies de roedores y algunos carnívoros. La contaminación con las babosas se hace a través de alimentos crudos donde estos moluscos han dejado secreciones o cuando se manipulan, por ejemplo, como carnadas en la pesca (Botero, 1998)

Tratamiento
La mayoría de los casos graves se tratan como la apendicitis y se hace la remoción quirúrgica de la masa. Se han utilizado los benzimidazoles (mebendazol, albendazol) durante 2 semanas. Es difícil evaluar la actividad antihelmíntica, pues debe considerarse que hay curación clínica espontánea en algunos casos. Existe la posibilidad de migración de los parásitos cuando se usan estos antihelmínticos. (Botero, 1998)

Prevención de la enfermedad
1.     No comer caracoles crudos.
2. No comer animales crudos: ranas, cangrejos, babosas, planarias, camarones o carne de ganado.
3.      No beber aguas sin estar tratadas.
4.      Lavado de frutas y verduras.
5. Lavarse bien las manos tras manipular gasterópodos, verduras, frutas y flores cortadas en zonas tropicales.
6.      Controlar la venta de caracoles vivos o refrigerados para consumo.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Muy buena distribución del contenido y fuentes consultadas. ademas de la presentación y el color utilizado, una vez mas el llamado a seguir y cumplir las normas sanitarias.

    Un aporte a esta patología: A. costaricensis es un nemátodo filiforme, con la extremidad cefálica arredondada, y una cola cónica en la hembra; la boca tiene tres pequeños labios. La hembra mide 32 mm y el ano y la vulva están ubicados en la parte ventral de la extremidad caudal. El macho mide 20 mm y tiene una bolsa copulatriz medianamente desarrollada

    En el huésped definido (roedores de varias especies), los vermes adultos viven dentro de las arterias mesentéricas de la región ileocecal. Aquí se realiza la oviposición y los huevecillos son arrastrados por la corriente sanguínea hacia la pared intestinal, en donde se inicia la embrionación. Una vez formadas, las larvas de primer estadio migran a la luz intestinal y llegan al suelo con las heces de la rata. El huésped intermediario (generalmente babosas de la familia Veronicellidae) se infecta al comer material fecal del roedor. En el molusco se realizan dos mudas y a los 18 días la larva de tercer estadio, que es la forma infectante para el mamífero, está completamente madura; estas larvas pueden permanecer vivas en la babosa por varios meses o pueden salir con la secreción mucosa del molusco. La infección del roedor se produce al ingerir una babosa infectada.

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  3. Gracias por el aporte Marie. En Venezuela la enfermedad fue confirmada en el 2006 por primera vez. Resulta que un caracol (Achatina fulica) del continente negro fue traído e introducido ilegalmente en Venezuela hace ya un tiempito (1993) y era portador del Angiostrongylus costaricencis. Me recuerda a los vendedores informales que se apostan en la avenida 20 a vender cremas hechas supuestamente con X secreción de caracoles; cuidado hay que tener con esos charlatanes, puesto que no se sabe que agente infeccioso puedan tener los moluscos con los que se ganan la vida. Saludos

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